Qué placer experimento cuando hablo de Irlanda. Hoy les traigo la Abadía de Corcomroe. El país resultó exótico, lleno de sorpresas agradables, como conocer este antiguo monasterio perdido en la campiña. Quién no ama los hallazgos de viaje? De pronto puede pasarles lo que a mi, que tropecé con una pequeña joya escondida, una gema en el camino a Galway.
Recomiendo prestar atención a lo que señalan los guías durante las excursiones. Si proponen algún pequeño desvío en el camino para visitar algún lugar inesperado, digan, sin dudarlo, «Vamos pues!»
Precisamente eso me ocurrió cuando conocí la antigua abadía de Corcomroe. Estábamos por llegar a los famosos Acantilados de la Locura, los Cliffs of Moher, una de esas regiones salvajes que me maravillaron en Irlanda. Entonces la encontramos, situada en la tierra del Burren, ese suelo tan particular, hecho de rocas pero fértil. Allí nos detuvimos en el sitio de este extraordinario santuario del siglo XIII.
La antigua abadía en The Burren
Aunque en un primer momento parece abandonado por la ausencia de techumbre y bóveda, el monasterio está habitado por vestigios medievales asombrosos. Caminar por sus alas despojadas, apreciando las columnas, los muros y las arcadas, es toda una experiencia. Las esculturas, las cúpulas y aún las sepulturas parecen los testigos de una época fuera de lo común. La abadía de Corcomroe parece abandonada, y detenida en el tiempo.
Recorrí la abadía saboreando cada detalle. La atmósfera es inusual, silenciosa, mágica. Después de haber hecho también un breve recorrido por los campos que rodean el monasterio y mirarlo desde otra perspectiva, reconozco que está muy bien conservado. Habla de la vida cotidiana de los monjes cistercienses que un día lo habitaron. Habla perfectamente de su sencillez, aislamiento y contemplación.
Algo de historia.
Nuestro guía ubicó a la abadía a mitad de camino entre la historia y la leyenda. En efecto, fue construida a comienzos del siglo XIII por el rey como una verdadera obra maestra. Incluso trató por todos los medios de mantener como una pieza original la que sería su sepultura. Y cuando digo por todos los medios, me refiero hasta los más extremos. La belleza de su arquitectura, los detalles de sus rincones y sus esculturas son para destacar.
La Corcomroe Abbey es un lugar sorprendente situado en el medio de los campos irlandeses al abrigo del increíble paisaje del norte del Burren, una visita impensada que agradezco.
La Corcomroe Abbey es un lugar sorprendente situado en el medio de los campos irlandeses al abrigo del increíble paisaje del norte del Burren, una visita impensada que agradezco.
Cómo llegar?