Monumento entre los monumentos… aquí está, el Arco de Triunfo de París, en el extremo de los Champs-Élysées. Llegar, verlo es algo extraordinario, es casi el instante de reconocer que uno ha llegado verdaderamente a París. La sola visita de la Place de l´Étoile es una maravilla. El panorama de ese enorme carrefour, la vista del famoso eje, de un lado el Petit Arc, del otro, lejano pero cercano el gran Arche de La Défense. Es un paisaje muy bonito.
Arco de Triunfo, un monumento hipnótico
Suelo ubicarme a los pies del monumento para constatar su tamaño. Me digo también que estoy en el centro de París, más aún, en el centro del centro, en el centro del ombligo de la «ciudad luz», entonces, me siento bien.
Las avenida ruidosas parecen atravesar a gran velocidad el monumento. Sin embargo, dentro de ese centro del que les hablo, se experimenta un cierto sentimiento de lejanía, de soledad, uno se siente aparte. En el centro de la «étoile», de la estrella, debajo del Arco, llego a ver perfectamente otros monumentos parisinos. Veo a la Torre Eiffel, la cúpula de los Invalides, la colina de Montmartre y la Basílica del Sacré Cœur. El panorama que les describo es magnífico.
Un lugar de recuerdo y homenaje
El Arco de Triunfo, el recuerdo de victorias pasadas, de héroes… y de derrotas, dado que a sus pies se descubre también el homenaje a todos los soldados caídos en la persona de la tumba de un soldado, el soldado desconocido. A su lado brilla una llama eterna.
Lugar de encuentro, sitio ineludible a la hora de las celebraciones, el Arco de Triunfo evoca así en sus muros una gran cantidad de personajes clave en las épocas de la Revolución y del Imperio. Me encanta detenerme un momento a leer sus nombres. Los leo y aprendo mucho sobre la historia de Francia y sobre sus héroes.
El Arco de Triunfo de París, siempre monumental.
Arco de Triunfo
Plaza del Général de Gaulle
75008 París, Francia
Para llegar rápido…