Italia, en general, me produce ese efecto. Acaso no parece que sus antiguos monumentos nos pertenecen un poco a todos? De allá llegaron muchos de nuestros antepasados, pero también cuida las ruinas de los monumentos que cuentan capítulos de la historia de la humanidad.
Entre esos, Roma guarda edificios populares y otros singulares. Está el más emblemático, el Coliseo por ejemplo. Quien no lo conoce? Pero hay otros, fuera de los circuitos más visitados, y dentro del casco histórico, que encontré alguna vez, casi por casualidad. Volví una noche para redescubrirlo en un paseo nocturno. Es el área sacra de Largo Torre Argentina, un lugar que parecía estar escondido en un desnivel, oculto a la vista de los transeúntes. Reparé en él y volví para encontrarlo iluminado, destacando los detalles de una construcción antiquísima. El área fue descubierta en 1926 durante una excavación y es un sitio excelente donde apreciar vestigios de la arquitectura romana más remota.
Es un lugar muy bonito. Poco apreciado, creo, en comparación con el Colosseo y los Foros Imperiales. La luz suave dibuja los desniveles, las columnas, paredes y escalinatas. Allí permanecen silenciosos esos antiguos templos de la época del emperador Domiciano. El conjunto formaba parte de una zona ubicada en el centro del Campo de Marte.