Una de las últimas veces en Roma, encontré el faro de italianos en Argentina, un rincón que está muy cerca de mi tierra. Parece insólito, pero no lo es por muchos motivos. Uno de ellos es porque italianos y argentinos estamos unidos por lazos de sangre. Una gran parte de nosotros tenemos padres o abuelos italianos. Por otro lado, hay sitios en donde las huellas de mi país no pueden ignorarse.
Sabemos que Roma está rodeada de colinas. Y ellas no lindan con el mar. Pero, una tarde llegué a lo alto del Monte Gianicolo, para encontrarme con un faro. Sí, leyeron bien. Un faro sin mar agitado, ni paredes abruptas. Era el Faro de Italianos en Argentina, un lugar muy apreciado, tanto por visitantes como por los romanos. Si se guían por las imágenes que obtuve en ese mirador panorámico, y que aquí comparto, el motivo es evidente: la vista de la «città eterna» casi quita el aliento.
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Recuerdo haber salido casi sin rumbo de mi alojamiento, a pasos de la Piazza Navona. Consultando la guía que me había preparado antes de viajar, el destino se hizo claro. Quería conocer el faro del Gianicolo, «il faro degli italiani». Hacía unos días que había llegado a Roma y las largas jornadas de caminatas ya se hacían sentir, no tanto en mi espíritu, sino en mi cuerpo. Por eso decidí conseguir un taxi rumbo el Lungotevere para alcanzar el Ospedale Santo Spirito. Desde ahí, la subida sería más placentera… y corta.
Así lo hice. El paseo fue muy bonito. Y pronto el faro apareció. No era, en efecto, uno que guiara a veleros. Tampoco era visible el mar. El horizonte, tampoco. El panorama estaba hecho de cielo azul, de las colinas circundantes y de cúpulas extraordinarias, campanarios antiguos y un mar de edificios respetables. Bello, muy bello.
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Con una altura de casi 20 metros, elevándose en el famoso distrito del
Trastevere, el
Faro de los Italianos de Argentina observa con seriedad ese cielo, la ciudad y las puestas de sol.
Es un hermoso monumento de estilo greco-romano que se levanta en un lugar inesperado. Si no se tiene el dato, tal vez se lo descubra por casualidad.
A los pies del faro sorprende encontrar una placa que recuerda el
«Nunca Más», la célebre consigna que sobrevino al fin de la dictadura y a la re instalación de la democracia en
Argentina a principio de los años ´80, cuando ocurrieron los
juicios y condenas a los
dictadores.
El lugar en el que está instalado el
faro honra los
acontecimientos de la historia. Desde ese sitio privilegiado es posible admirar muchos lugares emblemáticos de
Roma. Están los jardines de la
Villa Médici y el museo de la
Galleria Borghese, el imponente
Monumento a Vittorio Emanuele II, el
Campidoglio, el campanario de
Trinitá dei Monti en lo alto de la
Piazza di Spagna y también la bella basílica de
San Pietro.
No bajen de la colina sin visitar la plaza en la que se erige el monumento consagrado al gran
Giuseppe Garibaldi montado sobre su caballo. Y sigan mi consejo: descubrir
Roma implica visitar las colinas que la rodean. Sin lugar a dudas hacerlo les devolverá una perspectiva inolvidable de esta gran ciudad.
Cómo llegar al Piazzale del Faro?