Les doy la bienvenida en el blog a Fort Myers, Sanibel y su archipiélago. Desbordan de sol, de un ambiente magnífico y de atracciones excepcionales. Pase y vean las imágenes. Hace un tiempo, empecé a descubrir la belleza de la costa oeste de Florida, en los Estados Unidos, más precisamente, la de las ciudades que descansan sobre las aguas azules del Golfo de México. Elegí ese destino para pasar algunas de mis vacaciones de verano en Argentina y me enamoré de esas playas espectaculares.
Florida no es solamente Miami o los Everglades. Explorando, me encontré con lugares como Naples, Clearwater o Sarasota, esta última con playas impresionantes como la del Cayo Siesta, todos destinos maravillosos. Luego, tuve la suerte de quedarme aún más tiempo para poder visitar otra cara de la región más soleada del gran país del norte. Por eso puedo hablarles de esas playas interminables, de la arena blanca, de la vegetación y de la fauna exóticas.
Fort Myers está ligada a una larga playa de arena suave y a la Isla Estero por pequeños puentes. El centro histórico de la ciudad posee aires antiguos un poco a propósito, una cierta atmósfera de la «Old Florida» llena de encanto. El eje de la movida es el elegante Boulevard McGregor, bordeado por una columna de palmeras. Es un placer caminar por allí.
Fort Myers es una ciudad luminosa que mezcla de un modo muy logrado la cultura, el pasado, los jardines frescos y la arquitectura de otra época. Amé sus edificios y dar un paseo en tranvía. Además, el arte callejero está muy presente. En la rambla, a orillas del mar, o a la vuelta de cada esquina del centro había hermosas esculturas de hierro. Es como una exposición al aire libre que convive con el paisaje urbano.
El distrito más animado está ubicado al norte de la isla, alrededor del viejo reloj. Se lo conoce como Times Square (sí, la misma denominación que el famoso distrito neoyorkino) y se extiende en paralelo a la playa, rodeado de cafés, boutiques y restaurants. Más alejada encontramos una zona urbana que hace de puerta de entrada a islas de ensueño tales como Captiva, Estero y Sanibel, célebres por sus paisajes tropicales de playas super tranquilas y arena blanca. Casi un oasis.
La playa de Fort Myers está situada sobre Isla Estero. Se trata de una especie de paraíso para los deportes acuáticos y el esparcimiento. El panorama es bellísimo, bien tropical. El simple hecho de caminar tranquilamente desde el viejo muelle hasta orillas del agua, sobre esa arena tan fina, es un verdadero placer.
Observen la primera de estas 3 fotos aquí arriba. Sí, es un delfín!
Di un paseo en dirección al norte. Encontré el antiguo faro y los muelles desde donde la vista sobre la bahía es formidable. La bajamar permite encontrarse con caracoles exóticos, pájaros de todo tipo y hasta delfines saltando muy cerca de la orilla. Me alegró poder tomarle fotos. Qué belleza!
Las hermosas islas de Sanibel y Captiva están muy próximas. También están ligadas a tierra firme por medio de puentes. Este paisaje de cayos o islotes unidos entre sí es muy común en el sur de la península de Florida. Palmeras balanceadas suavemente por la brisa marina, un velero en el horizonte, las playas y el mar azul arman el paisaje de este oasis tropical. La atmósfera tranquila parece la de una naturaleza casi inexplorada. No lo es en realidad, pero lo disimula muy bien.
Les doy la bienvenida a este universo tan bonito que merece la visita en cualquier época del año.
