Parece que los Jardines del RijksMuseum en Amsterdam son muy divertidos. Sobre todo alrededor de la fuente. Los chorros de agua hacen el placer de los niños, los jóvenes y sus padres. O de nosotros, los visitantes, cualquiera fuera nuestra edad.
Cuando pasaba por allí en dirección al
museo, escuchaba claramente los gritos y las risas. Fui testigo de los saltos. También de las fotos tomadas al vuelo, capturando el momento de alegría general. El espectáculo agradable era el paisaje de ese mediodía de sol. Este jardín es una especie de pasaje obligado antes o después de la visita al museo. Dado que se trata de un
jardín público, cuyo acceso es gratuito, es como un secreto muy bien guardado en
Amsterdam.
Los jardines del
RijksMuseum tienen un estilo barroco. Sin embargo, ese día había una exposición de
esculpturas de
Alexander Calder distribuidas por varios rincones. Nada más moderno que las estructuras de este artista. Me encantó descubrir este otro costado de uno de los museos más importantes de
Amsterdam. El hecho de crear un espacio de juegos y esparcimiento en el exterior, en una ciudad que hace un culto de sus jardines interiores. Aquí se trató de recrear un lugar de encuentro, moderno, divertido.
Instalarse, jugar, apropiarse por un rato de los jardines de un museo como el Rijks, disfrutando también allí del arte al aire libre, es una excelente idea.