Buenos Aires, capital de Argentina, disfruta de todas las expresiones del arte. Del festival Meeting of Styles, también. Es una fiesta de arte callejero. El mes de noviembre, organizado por el gobierno de la ciudad, tiene lugar el festival de encuentro de estilos. Es «LA» fiesta del street art. Es el Festival Internacional del Arte Urbano en el Espacio Público. Meeting of Styles, Urban Art Festival, una exposición que involucra cinco jornadas de art urbain live, o sea en vivo. Los artistas trabajando mientras el público visita las obras. Y me tuvieron ahí por supuesto! Di un buen paseo en ocasión de la segunda edición.
Un centenar de artistas callejeros argentinos y extranjeros terminaron sus trabajos en las calles Santa María del Buen Ayre y San Ricardo del barrio porteño de Barracas, dentro del sector que recientemente se conoce como Design District. El evento constituye un espectáculo singular.
Durante esos días de primavera es posible pasear por las calles del barrio mientras se observa a los artistas inmersos en su trabajo. La calle se transforma por unos días en un atelier gigante, en una explosión de colores y de auténtica creatividad. Uno de los artistas comentaba a los periodistas que se daban cita que el evento en sí mismo es muy importante para el desarrollo y crecimiento del street art de Buenos Aires.
Numerosas calles del antiguo barrio de Barracas habían prestado sus muros para el festival. Los artistas trabajaban en las veredas o subidos en lo alto de us andamios. Podíamos ver los bocetos de tantos diseños originales e insólitos que se plasmaban a lo alto y lo ancho de las paredes. De todo lo que pude ver terminado o en proceso, amé las formas humanas tanto como los animales y los pájaros. Las obras constituyen piezas únicas.
La colección de obras en los muros era muy numerosa y variada. Algunas casas del barrio habían prestado también sus fachadas que fueron intervenidas y decoradas con mosaicos. Mis obras favoritas? Tengo muchas. Para mencionar las más bonitas, me encantaron todos los pájaros, el conejo, el nadador pintado en dos momentos de sus largos, los rostros, el barco corsario y las olas estilizadas. En realidad, había murales para todos los gustos. Hasta los niños podían disfrutar a pleno del proceso que ocurría alrededor. Había también conciertos por la tarde. A mi me encantó el sólo hecho de poder ver a los artistas en acción.
Ghelco, una fábrica recuperada alojaba en lo alto de sus muros las obras de dos artistas americanas Gaia y Nanook. Estaban pintando una cadena rota con una forma extraña, hecha de manos que se enlazaban como eslabones. Nos explicaban que, a través de sus murales, trataban de contar algo sobre la historia de los lugares donde pintaban. Después leí que sus trabajos eran mencionados en los diarios de esos días del festival. La mayoría de los artistas americanos estaban bastante sorprendidos. El arte callejero se ha vuelto una expresión cada vez más difícil de llevar a cabo dentro de los Estados Unidos como consecuencia de las prohibiciones que pesas sobre los artistas. Las multas impuestas a los apasionado del street art son muy elevadas. Si se animan a diseñar un graffiti, deben hacerlo furtivamente. Por el contrario, estos artistas valoraban el hecho de haber podido pintar en ciertos barrios de Buenos Aires. En mi opinión, no estoy totalmente de acuerdo. En realidad, aunque se encuentran piezas muy valiosas, no se puede pintar en cualquier pared o puente de Buenos Aires. Estamos habituados al street art. Se ve a los artistas callejeros que desarrollan tranquilamente su arte en les estaciones de trenes o de subterráneos. Hay jóvenes que declaran su amor sobre las paredes. O están los hinchas de fútbol que escriben todo tipo de frases encendidas sobre los muros de la ciudad. Buenos Aires puede bien ser considerada «street-art friendly». Sin embargo, estoy convencida que, si llega la policía, no escucharán sus explicaciones, para nada.
Buenos Aires, suerte de meca del street art, también recibía durante el Festival Meeting of Styles a artistas latinoamericanos. En la esquina de las calles San Ricardo y Algarrobo, dos pintores peruanos dibujaban un rostro gigante. Tanto ellos como su trabajo eran muy simpáticos.
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Meeting of Styles, street art en Barracas
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Comentarios cerrados.
Hermoso Mami! Cuanta belleza y poesía tienen tus palabras!!! Besos y abrazos!!! Naty