Buscando rincones secretos, encontré un pequeño mercado de libros debajo de la Oudermanhuispoort en Amsterdam. Es una ciudad mágica, casi salida de un cuento de hadas. En ella, lo que se conoce como la «vieja ciudad» es el barrio en el que se puede imaginar mejor cómo era la vida antaño. Y también vemos que es un lugar lleno de contrastes.
En el recorrido de este distrito antiguo, las calles y los edificios austeros nos acompañan al corazón de la historia de la ciudad. En efecto, hay muchas casas que forman parte de su patrimonio cultural. Después, en alguna de las esquinas se da vuelta la página y se descubre el famoso Red Light District donde la oferta de sexo se hace a plena luz del día. Luego, si continuamos el paseo un poco más allá, el paisaje del barrio universitario cambia de nuevo la atmósfera.
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Cuando llegué al canal
Kloveniersburgwal, hay dos puentes que se suceden hasta llegar delante de una casa. Ella aloja una librería antigua. Es
«La Casa de los Tres Canales» A la izquierda, aparece un pórtico, la
Oudermanhuispoort, que conduce a un pasaje casi escondido como si fuera un
lugar secreto. El portal del nombre complicado es el
Portal de la Casa del Viejo y es hoy en día la entrada a uno de los edificios principales de la
Universidad de Amsterdam. El pasillo casi oculto es un pasaje cubierto con aspecto medieval que alberga numerosos
stands de libros. Tienen el aspecto de los famosos
bouquinistes a
orillas del Sena en
París. Este
mercado de libros de ocasión, es una pequeña joya en el corazón de
Amsterdam.
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Sobre los estantes hay un universo de libros gastados por el tiempo, auténticas curiosidades y ediciones antiguas. Es un mercado tranquilo. Se puede revisar los estantes con absoluta tranquilidad, hojear los ejemplares raros, desde novelas hasta libros de cocina y encontrar numerosas pepitas de oro.
Recuerdo que esa tarde disfruté de la frescura de este viejo pasillo, paseando en ese mercadillo encantador y pintoresco. El
mercado de libros de la Oudermanhuispoort me permitió apreciar los diseños de las tapas de esos libros tratando de descifrar los textos en una lengua que no domino en absoluto. Es una pena, pero el
holandés, me encantaría comprender al menos algunas palabras. Es que, como ustedes saben, el holandés se transformó en la lengua de la
reina de los Paises Bajos,
Máxima, la argentina
Máxima Zorreguieta.
Mercado de Libros de la Oudermanhuispoort
1012, Amsterdam
Países Bajos