Hoy recuerdo el Napa Valley Wine Train, una experiencia viajera y gourmet. Pasó bajo el sol de California, pero no fue un espejismo. Fue la ocasión de una cena elegante, a bordo de un tren antiguo y distinguido. Este tren se convirtió en uno de los originales restaurantes del famoso valle californiano. Remite al célebre Orient Express, pero atraviesa lo más lindo del Valle de Napa, en una ruta de 25 millas de longitud con el panorama de los viñedos iluminados por los últimos rayos del sol. Qué mejor paisaje se puede pedir para una cena especial?
Corre a lo largo de una ruta extraordinaria. Pasa por esta región única que combina el clima casi mediterráneo con la geografía más adecuada para producir las uvas de la mejor calidad. El Napa Valley está localizado en Northern California, a aproximadamente 50 millas al noreste de San Francisco. Precisamente de allí venía el millonario Samuel Brannan, quien construyó la vía férrea en 1864 para trasladar a los visitantes de que llegaban a Calistoga, en el norte del valle. Cerca de un siglo después, la autopista 29 se instaló a proximidad y se transformó en el mejor corredor a través del valle.
El Napa Valley Wine Train opera en este corredor hacia el oeste, mientras el también famoso Silverado Trail viaja hacia el este.
Este tren-restaurant ofrece un viaje de 36 millas y 2 horas y 1/2 desde Napa hacia St. Helena y vuelve luego en dirección contraria. El trayecto atraviesa la hermosa tierra del vino pasando delante de famosas bodegas históricas, cada cuál con su aspecto particular, ese que la identifica.
Formado por dos locomotoras, tres cocinas a bordo, y varios vagones de ferrocarril de principios del siglo ´20 exquisitamente decorados, el tren ofrece un viaje con cena por pasos acompañada por la degustación. Los platos tienen el sello de la región entre carnes de la mejor calidad e ingredientes frescos, acompañados de una selección de vinos extraordinarios. Probé el vino hecho con la misteriosa uva Zinfandel, que es a Estados Unidos lo que el Malbec es a Argentina. Y me encantó.
Este viaje es la mejor presentación del Napa Valley, de sus colinas y viñedos, la más relajada manera de conocerlo que un visitante puede pedir. Cené tranquilamente mientras avanzaba el atardecer y se iban sucediendo los increíbles paisajes de Santa Helena, pasando por las ciudades de Yountville, Oakville y Rutherford a un costado del camino.
Me instalé en el vagón conocido como Dome Car cuyo techo tenía forma de cúpula vidriada. La mesa elegante estaba instalada para la cena en pareja. La camarera, encantadora, nos recibió con una copa de champagne y nos dio todas las explicaciones necesarias para elegir en el menú. El paisaje era fantástico a esa hora del día. Entre plato y plato nos animamos a explorar el tren en otros vagones comedor decorados de distinta manera pero con la misma atmósfera distendida y old fashioned. También llegamos hasta el vagón de cola en el que disfrutamos aún más de la vista imponente del valle. Era muy divertido ver cuando el tren dejaba atrás las vías y corría por el valle.
Los viñedos y las alamedas se extendían hasta donde alcanzaba la vista, las bodegas y las colinas eran como una presencia constante. El panorama era fascinante. A través de mis fotos, como de costumbre, les describo mi bonita experiencia.
La cena en el Tren del Vino del Valle de Napa se convirtió en una experiencia inolvidable.
Cómo llegar?