Belleville. París tiene un quartier que declara eso que muchos pensamos «París, une belle ville» Ubicado en lo alto de una colina, el parque posee una vista extraordinaria sobre París tan bonita como la que se tiene desde Montmartre. Hace falta subir, recuperar el aire, hasta encontrar un pequeño espacio sobre el césped o sobre los escalones de la «Maison de l´Air» para descansar. Esos escalones, la subida son un verdadero desafío para los que visitan el quartier, pero los bancos a la sombra son una suerte de trofeo para los que se atreven al esfuerzo. Este jardín público en altura es bastante moderno y está dentro de los circuitos menos conocidos de París. El Parque de Belleville parece ser un distrito menos frecuentado por los turistas y que carecía en otras épocas de parques públicos. El solo hecho de llegar a la terraza rodeada de césped y vegetación abundante para observar el panorama de París, vale bien el esfuerzo de la subida. Los monumentos más emblemáticos de París se recortan a nuestros pies.
La vegetación que crece sobre las laderas de la colina es casi salvaje. Árboles, arbustos y flores de todo tipo pueblan los jardines elevados que son mantenidos con muchos cuidados. Se respira un ambiente fresco que da ganas de encontrar un lugar, de tumbarse sobre el césped o sentarse en alguno de los bancos de de las terrazas y disfrutar de esta vista incomparable. Me encantan estos paseos que te llevan a descubrir otros lugares, esos que sobrepasan las guías más comunes. Aquí encontré un paisaje desconocido de París, o que al menos lo era para mi.
Ese día de verano en el Parque de Belleville se esperaba una tormenta. Mientras subía al parque, el cielo parecía caerse. Sin embargo, nadie parecía apurarse. Las mamás se paseaban con sus pequeños como si nada. Hacía mucho calor y la gran fuente se había transformado en una tentación para las bandas de jóvenes visitantes. Yo me preguntaba si alguno de ellos se animaría a darse un baño. Los pequeños seguían divirtiéndose en los espacios de juego. Esa fuente en altura es muy bonita. Se vuelve una cascada que desciende por el flanco.
El Parque de Belleville me encantó por el hecho de ser como un mirador florido, frecuentado en su mayor parte por los vecinos del barrio. En lo alto, el espacio artístico de la «Maison de l´Air» presentaba sus columnas revestidas con pinturas murales. Tan lejos, se observaban las siluetas de la Tour Eiffel, de la Tour de Montparnasse, de Beaubourg o del Panteón cuya cúpula estaba cubierta en ese momento por trabajos de remodelación.
Paris… belle ville… Que bueno que ese término que inventaron los franceses, eso de flâner (vagabundear sería?) por París, descubrir, mezclarse con los locales y compartir de alguna manera momentos de la vida cotidiana, sus gustos a la hora de distenderse y pasear.
Me encanta estar en París durante el verano. Porque tiene estas cosas, estos lugares …
Parque de Belleville
47, Rue de Couronnes
75020 París, Francia
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