Traigo un hermoso recuerdo, el de la Piazza Farnese, el recuerdo de una noche fría de febrero en Roma, la ciudad eterna. Eterna y monumental, colmada de sitios históricos, antigua y sublime, Roma está ligada a la historia, al arte y a la cultura como ninguna otra en Occidente. Tiene sus plazas magníficas, las «piazze». Pequeñas y llenas de encanto, una más bonita que la otra. Son lugares de encuentro y, tal vez por lo mismo, muy concurridas. Aquí, un ejemplo. Una de mis preferidas.
Una buena selección de plazas de Roma incluye a las más espectaculares, como Navona o el Campo d´Fiori, pero también está la Piazza Farnese, por donde pasaba casi todas las mañanas durante aquel viaje. Me alojaba muy cerca de la Via di Monserrato, en la Via Giuglia. Entonces, la Plaza Farnese estaba siempre en mi camino. Ahí está el Palazzo Farnese, un palacio monumental que es la sede de la Embajada Francesa. Sin embargo, este edificio no es el único palacio que rodea la plaza. Hay otros y son muy hermosos.
El genio de Michelangelo fue el que dirigió por algún tiempo los trabajos de creación de la piazza. Pavimentada de ladrillos, tiene dos fuentes gemelas que parecen bañeras. Se dice que vienen desde Caracalla. Las fuentes aparecen siempre rodeadas de bicicletas. Tal vez pertenecen a los empleados de los alrededores.
Se trata de un rincón maravilloso.
Piazza Farnese
Palazzo Farnese
00186, Roma
Hola querida amiga, un gusto volver a saludarte, soy Boris del Blog de Boris Estebitan, me encanta tu post mágico del recuerdo de viaje a Roma. Saludos desde Ecuador.