Amo las plazas de Barcelona. Entre ellas, una de las más encantadoras es la Plaza Real, en catalán la Plaça Reial. Muy cercana a Las Ramblas, es en efecto una de las más agradables, luminosas y espaciosas del Barrio Gótico. El ambiente es bastante bohemio y distendido. La antigua Plaza Real nunca pasa desapercibida. Está llena de detalles que la identifican y la convierten en un lugar fuera de lo común.
Situada en el emplazamiento de un viejo claustro de Capucinos, la plaza es tan emblemática que se la considera formando parte del patrimonio cultural de la ciudad. Es única por muchos motivos. Uno de ellos es que aloja una obra de arte atribuida al famoso arquitecto catalán Antoní Gaudí. Se trata de las dos farolas de 6 brazos que rodean, en el centro, a la fuente de las Tres Gràcies. Todo el que visita la plaza se detiene a observarlas. Un dato curioso adicional. La Plaza Real, no es la Plaza del Rey. Esta última está ubicada en el corazón del Barrio Gótico.


Recuerdo que la hermosa Plaça Reial estaba en el camino que recorría a diario cuando salía a pasear. Siempre animada, amaba esa atmósfera de fin de semana que reinaba también de lunes a viernes. Se parece mucho a las plazas francesas. Los arcos elegantes y las palmeras le dan también un marco «a la italiana». Es verdaderamente un lugar cosmopolita, rodeado de grandes edificios.
Volvamos sobre las famosas
luminarias. Fueron creadas por
Gaudí en los primeros tiempos de su extraordinaria carrera, la que le daría su impronta a tantos edificios monumentales de
Barcelona, tanto como la catedral inconclusa, la
Sagrada Familia. Ornadas con serpientes de hierro y un sombrero alado, las luminarias tienen el sello inconfundible de su arte siempre sorprendente. El artista amaba las formas y las curvas. Aquí se hace evidente una vez más.
La hermosa fuente lleva las estatuas de las tres «gracias», las diosas de la belleza, del encanto y de la fertilidad, que sostienen el estanque. Es un conjunto magnífico.
El ambiente, el arte de Gaudí y las terrazas de los cafés y restaurants debajo de los arcos, te invitan a instalarte en la Plaza Real. Es una invitación imposible de rechazar.