Amo esa pequeña plaza del distrito. París con neblina es algo normal. Pero mi cámara, mi mejor aliada viajera, me trae siempre alguna idea novedosa. Esa tarde encontré la oportunidad para hablar de la nostalgia de una balade parisina. Elegí a una de las mejores plazas de París. Caminé rumbo a la Place de Fürstenberg.

Es pequeña, acogedora. Su atmósfera cinematográfica la vuelve fascinante. Algo escondida, ubicada detrás de la iglesia de Saint-Germain-des-Près, la plaza es como un oasis de frescura y distinción en el centro de la ciudad. Está rodeada por edificios con fachadas encaladas, hechas de ladrillos. En una escuadra estrecha se instalan ateliers y boutiques encantadoras, entre ellas Flamant, mi preferida.

La plaza de la Rue de Fürstenberg es vecina del célebre taller de Delacroix, transformado en museo. Cada vez que piso París, disfruto dando un paseo por este lugar. El hecho de tener una nueva imagen de esta plazoleta soñada, es un placer. Como si todo lo que relato fuera poco, agrego que en este rincón tan parisino se filmó la escena final de la obra de Martin Scorsese, «The age of innocence» (1993), la conocen?