Los ríos del mundo son célebres por su longitud y por su color. Tenemos lejos al «Moldava Esmeralda» que atraviesa Praga. Y donde vivo, en Rosario, tenemos al río Paraná del que muchas canciones hablan. Un río poderoso cuyas aguas son a menudo turbulentas y se lo suele llamar río marrón, precisamente por su color. Si seguimos asociando los colores de las aguas, como olvidarnos del color del «Danubio Azul« otra vez lejos, en Viena.
El paisaje del Moldava
Cuando viajo, amo descubrir ese tipo de detalles. Trato de comprobar si la leyenda de los ríos es verdadera. Me encanta. Así visité alguna ciudad de mi país, en Argentina, como me pasó en la Patagonia, con el río Correntoso. O cuando tuve la posibilidad de viajar por Europa y descubrir el canal del Mediodía.
Pero el color del Moldava, el hermoso río que divide a Praga, merece mi total admiración. Praga tiene sus dos distritos, uno de ellos se desarrolla en lo alto de la colina, del lado del Castillo, el Mala Strana, y sobre la otra orilla, del lado de la Ciudad Antigua, el Staré Město. El viejo Puente de Carlos une a los dos distritos en el centro de la ciudad. Entonces, el color verde esmeralda del Moldava es un bello descubrimiento desde esos puntos de vista. Manso, brillante, sedoso.
El Moldava desde Kampa
El panorama de Praga es tan hermoso en otoño. Comienza a refrescar, y sin embargo es maravilloso pasear por la ciudad y visitar los monumentos majestuosos de un lado y del otro de ese río que nos devuelve, constante, sus reflejos color verde brillante. Y algo que amo particularmente es toda esa atmósfera que flota a nuestro alrededor, esos aires de Edad Media. La pequeña Isla de Kampa es una especie de joya dentro de otra joya. Revestida de colores oro y ocre en esa estación del año tan especial, su contraste con el verde esmeralda de las aguas del Moldava nos devuelve un paisaje todavía más maravilloso.
Uno viaja, toma fotografías y juega a ser pintor. Pinta el panorama de las ciudades y se sirve de la paleta inagotable de la naturaleza. Resalta los colores de los ríos y de los arroyos. Imagina un cuadro de Praga en el que reina ese castillo en lo alto de la colina y a sus pies se extiendo la ciudad antigua, pero soberbia. Retrata el río Moldava dentro del paisaje.
Ahí estoy yo, con mi cámara, como un pintor. Y el resultado me parece… perfecto! Así de simple…
Praha, Praga
Río Moldava
Isla de Kampa
República Checa
Aquí, las coordenadas: