En Niza, un cierto día de primavera, anduve paseando en lo que se conoce como la prom´ Es la Promenade des Anglais, ese paseo extraordinario a orillas del mar, alegre, concurrido, flanqueado de palmeras. Es la promenade o la prom´ así, simplemente. Habituada a las playas del Atlántico, a las arenas doradas, hice, divertida, esa ida y vuelta para descubrir una playa cubierta de piedras. Esa playa cubierta de guijarros de distintos tamaños me resultó muy extraña.
Ese día de mayo la
Promenade des Anglais estaba repleta de gente. Había jóvenes que ensayaban piruetas en
rollers. Un gentío alegre descendía a la playa para disfrutar de los primeros rayos del sol después de la lluvia. Estaban los que habían decidido sentarse en los bares de la playa, y otros sobre las reposeras. Ese paisaje urbano de la
Costa Azul,
también el que se aprecia desde la
Colina del Castillo, me pareció muy bonito.
Estaba en el
Camin des Anglés en lengua
niçoise. Lo recorrí justo hasta la
Vieille Ville, el casco antiguo de la ciudad
para encontrarme con
VirginieB, una amiga bloguera francesa. Nunca nos habíamos visto en persona y sin embargo nos sentíamos viejas conocidas. Recuerdo con gran afecto ese momento que pasamos juntas en familia en una heladería. Aprecié mucho su simpatía y la gentileza de proponerme el encuentro. Fue un momento mágico, de esos que prueban que lo virtual trasciende y se convierte en real, un
encuentro excepcional.
Conocida por ser uno de los
paseos más famosos de la
Côte-d´Azur, la
Promenade de los Ingleses nos ofrece vistas formidables del mar y de sus playas de
galets. Ese día en
Niza el cielo tenía el aspecto y el color del que aparece después de las tormentas. Mi descubrimiento de la ciudad, las imágenes de ese paisaje de la
côte niçoise, los recuerdos que tengo en este momento en el que ordeno y clasifico las fotos, todo me parece de una gran belleza.
Durante el recorrido de la larga avenida, encuentras, de un lado y del otro, edificios y lugares magníficos. Está ese hermoso parque, el Jardín Albert I, ubicado entre la vieille ville y la ville moderne, que ese día estaba oculto a medias por trabajos de mantenimiento. Y, sin embargo, pude apreciar muy bien su belleza. Más allá hay una colección de edificios excepcionales. Están el Casino Ruhl bajo el Hotel Mediterranéen y otros hoteles lujosos, tales como el tradicional Negresco y el Palais de la Mediterranée.
La
Promenade des Anglais tiene también detalles pintorescos. Primero, hablo del
petit train, es decir ese pequeño
tren turístico que hace sonar su campana durante el recorrido. Se lo ve en muchas ciudades de
Francia. También están las filas de
sillas azules que se alinean frente a la playa. Me comentaron que esas sillas son una especie de
símbolo niçois. Había mucha gente sentada disfrutando del panorama. Es muy simpático.