Cuando viajo, siempre me conecto con el arte. Fue así que llegué a un espacio Romero Britto en Roma. De paseo, dispongo de tiempo libre para recorrer sin apuro buceando rincones agradables. Y el arte aparece siempre en mi camino. Este gran artista, en realidad uno de mis favoritos, se presenta a menudo, con su paleta de colores brillantes y sus personajes atractivos.
Esta vez, se trataba de «Temporary ARCHI – ART» en Roma, en el cual Marina Pasquini, la propietaria de un estudio de arquitectura, quiso crear una suerte de combinación muy bien lograda entre arte y arquitectura, en colaboración con la famosa Galería de arte Ca ´D´Oro de Venecia y Fg Albertelli. En el interior se descubren algunas hermosas obras del genial artista brasileño.
Su producción se inscribe dentro de la corriente de arte conocida como néo-pop.
Había conocido al autor allá por el año 2009, en Miami. También lo disfruté en Rosario, en Argentina, durante la presentación anual 2010 de la Vidriera de Cordic.
Los colores y las formas que emplea son maravillosos. Toma elementos del pop art, del cubismo y hasta de los graffitis urbanos para llegar a producir un resultado alegre y encantador. Además, transforma iconos u objetos de uso cotidiano en piezas de arte para coleccionar… y para utilizar también. Me encantaría, tal vez, algún día, poder colgar una obra suya en alguno de los ambientes de mi casa.
Los colores y las formas que emplea son maravillosos. Toma elementos del pop art, del cubismo y hasta de los graffitis urbanos para llegar a producir un resultado alegre y encantador. Además, transforma iconos u objetos de uso cotidiano en piezas de arte para coleccionar… y para utilizar también. Me encantaría, tal vez, algún día, poder colgar una obra suya en alguno de los ambientes de mi casa.
Encontrar a Romero Britto en Roma, fue otro de los placeres de aquella estadía.