Pero parece que Rough Trade ha pensado en renovarse, en hacer algo nuevo de estas paredes de ladrillos tan clásicas. Así fue que encontré la fachada del local en medio de trabajos febriles de expertos en los diseños y las pinturas murales. Muy abrigados, subían y bajaban, apreciaban la obra desde lejos y cerca. El resultado me parecía excelente. El record store invitaba con esas imágenes que ya se destacaban sobre las paredes. Los artistas se desenvolvían rápido bajo la mirada de los paseantes. Seguían en lo suyo como si nada. De los cuatro murales, me quedo con el de sir Elton John.

Williamsburg es un distrito habitado por piezas maravillosas de street art. Espontáneas y otras veces no tanto. Por eso hoy agregaría que ciertas pinturas murales del borough atraen también la atención de los fans de la música, ya que en este lugar mítico se experimenta el street art in motion. En Rough Trade, los discos, no mueren. El arte callejero… tampoco! Todo lo contrario!

Sí, es publicidad.

Y es genial.