Hace algún tiempo, tuve la oportunidad de alojarme cerca de la rue du Commerce en París. Ubicada en el 15e arrondissement, otrora principal calle comercial de la antigua comuna de Grenelle, me pareció el alma de un barrio parisino animado y lleno de locales modernos y más que interesantes. Está fuera del «circuito turístico»… ahí pasan y compran en su mayoría habitantes de París. 

Yo llegaba siempre al inicio de la rue du Commerce, más precisamente al boulevard de Grenelle. Después de los paseos, bajaba en la estación del métro de La Motte-Picquet-Grenelle, en lo alto del boulevard. Los domingos, el quartier recibe el mercado de alimentos bajo los techos de la estación. Recuerdo que era un placer pasear y hacer algunas compras de productos frescos en ese mercado del que ya les he hablado aquí, en el blog.

Antes de volver al apartamento de la rue Letellier, me detenía en un kiosco de diarios. Siempre buscaba la nueva Marie-Claire o la Cosmopolitan. Después, daba una vuelta por la Place du Commerce. Los días de primavera había mucha gente acomodada sobre el césped de la pequeña plaza. Me encantaba esa plaza, en cuyo centro estaba uno de esos tradicionales kiosque à musique.

Con una longitud de siete cuadras, la rue du Commerce aloja a muchos lugares encantadores. De un lado del Boulevard Grenelle, en el extremo de la Avenida de la Motte-Picquet, se descubre la silueta de la Torre Eiffel, próxima a los jardines de los alrededores de la École Militaire. Sí, recuerdo cuando encontré el Muro por la Paz ubicado en ese lugar… una obra formidable!

Del otro lado, había un conjunto de locales comerciales de todo tipo: boutiques, pâtisseries, boulangeries, cafés, y pequeños restaurants. Parece extraño, pero entre todos, lo que más me atraía eran los puesto de los floristas. Me perdía mirando, eligiendo y terminaba comprando un pequeño bouquet de flores para el departamento.

En el extremo de la calle, en el número 23, plaza Étienne-Pernet, se encontraba la antigua iglesia Saint-Jean-Baptiste de Grenelle. Es muy bonita. Mi mirada se detenía siempre en el campanario. Tiene un aspecto diferente, un estilo que se destaca por sobre el resto del edificio.

Antigua, agradable, bien provista… cómo me gustaba pasea por la rue du Commerce de París!