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Cada vez que visito París, vuelvo a pasar por allí. Tal vez porque la Basílica du Sacré Cœur está cerca de mi corazón. El periplo tiene un cierto ritual. Es preciso llegar a la colina de Montmartre, atreverse a subir por las escaleras, o aceptar subirse al pequeño funicular no-panorámico para llegar, al fin, a lo alto.
Cuando se alcanza la cima se alcanza la sensación única de tener a París a nuestros pies! Es un panorama extraordinario, tanto de día como de noche. A todo esto agreguemos el hecho de estar en el corazón de Montmartre, ese distrito antiguo y pintoresco, tan ligado a la tradición parisina y al arte. Enorme fuente de inspiración, en este lugar es posible imaginar trabajando a tantos pintores célebres. O escuchar a los cantantes callejeros. O simplemente encontrarlos a la vuelta de una esquina.
Sacré Cœur, la basílica del Sagrado Corazón, ubicada en lo alto de la butte de Montmartre, es un monumento maravilloso. Las cúpulas y el domo central reinan en el edificio, sin discusión. En el interior se descubre la luz tenue, esa que pone de relieve el altar, los soberbios mosaicos, los corredores, los vitrales y el órgano. El conjunto es de una enorme belleza.
Otra vez en el exterior de la basílica, hará falta mirar de nuevo el paisaje impecable París. La iglesia abarca el barrio y la ciudad de una manera fuera de lo común. Entonces, a llenarse los ojos. La visita de la Basílica du Sacré Cœur, un paseo a hacer, y a volver a hacer cada vez que lleguemos a París.
Basílica del Sacré Cœur
Sagrado Corazón
Sagrado Corazón
35 Rue du Chevalier de la Barre
Montmartre
75018 París