Sugiero que hoy, 14 de febrero del 2021, celebremos San Valentín. Escucho decir por aquí y por allá que es una fiesta foránea, algo como impuesto por las costumbres de otras latitudes. No creo que festejar el amor, la amistad y sentimientos agradables sea una imposición. No lo considero moda: bienvenidas sean las fiestas, ya que, últimamente, tenemos pocas ocasiones para expresar alegría. Como todos saben, una pandemia azota al planeta. Ha golpeado nuestra vida cotidiana y cambiado la manera en la que vivíamos. Nuestras certezas son otras. El amor, las personas que nos rodean, la salud, los seres con quienes podemos contar son algunas de ellas. Si algo me ha dejado la epidemia de Covid-19 es una nueva forma de ver las cosas. Todo se apoya blanco sobre negro y se ve mucho más claro. Hoy puedo decir que sé quien es quien en mi vida.
Quien fue San Valentín?
Quien era este santo que hoy lleva a cuestas la fama del amor? Era, precisamente, una persona que, en la antigüedad, luchó por ese sentimiento que mueve montañas. Dicen que lo hizo cuando un emperador romano tuvo la nefasta idea de oponerse a los casamientos de los jóvenes soldados. Se pensaba que los solteros irían así a enfrentar mejor la lucha y su destino sin ataduras. Cómo? De allí que San Valentín fuera declarado el «patrono de los enamorados». Y su causa lo llevó al cadalso. En aquellos tiempos las cuestiones se resolvían así, sin muchos miramientos. A veces pienso que, a pesar del tiempo que ha pasado, todavía hoy tenemos mucho que aprender a la hora de resolver los conflictos.
Otros 14 de febrero…
A su vez, en este día celebro que hace un año mi «Valentín» salía airoso de una cirugía compleja. Aquél día de febrero del 2020, año complicado si los hubo, no había ánimo de festejos. Siempre le di un valor extraordinario a la salud, tanto física como espiritual. En el presente es un plus valor. Todos vivimos en la incertidumbre. Bastante cansados seguimos extremando los cuidados para evitar contagios. Sobre todo los adultos y las personas con mayores riesgos de agravar su estado. Pero ese día, hace justo un año, cuando nadie conocía la existencia del coronavirus, yo era una de las personas que empezaba a apreciar como nunca las dificultades en la salud.
Dónde pasaría el próximo día de San Valentín?
Finalmente, como mis crónicas son mayormente viajeras, no puedo dejar de recomendarles dónde pasaría este día de San Valentín si pudiera volver a viajar. Uno de ellos sería Venecia. Una ciudad en la cual es muy fácil celebrar el amor, hasta enamorarnos de ella misma. Es uno de los mejores destinos de Italia. Popularmente conocida como «la Serenissima», es una ciudad mágica, atractiva, llena de historia y misterios. Como típica ciudad que brilló en la Edad Media tiene un conjunto incomparable de palacios a lo largo del Gran Canal.
Venecia es la ocasión de disfrutar caminando por sus callecitas serpenteantes. Perderse de la mano y encontrar pequeños restaurants donde cenar delicioso. Los puentes son los lugares ideales donde ver la luna cuando aparece. Y puede que alguien ame pasear en góndola y se deleite escuchando las canzonettas. No es mi caso pero, cliché o no, no es todo esto lo más romántico que existe?
En mi caso, romántico fue pasar un aniversario par en New York. Cruzar a Brooklyn, caminar a lo largo de Brooklyn Heights Promenade hasta el Pier 1 en donde se aprecia como en ningún otro lugar la skyline de Manhattan enmarcada por el Brooklyn Bridge. Recuerdo esa mañana muy fría de abril, después de que se disipó la nevisca, cuando pusimos un pequeño candado en la baranda. Fue muy divertido. Se sabe que los candaditos no duran mucho. Los puentes y barandillas corren el riesgo de caerse por el peso. Pero allí quedó el recuerdo de nuestro paso por nuestra ciudad favorita en un día muy especial.
Por lo tanto, los invito a festejar a San Valentín, como una manera de celebrar la vida y los sentimientos que nos mueven, que nos hacen levantar todas las mañanas y seguir a pesar de todo. Mi «Valentín» me regaló esta caja de bombones deliciosos. Voy a empezar a probar los que tienen forma de corazón, el símbolo, al mismo tiempo, de la vida y del amor.
Happy Valentine! Eso dice mucho, verdad?
