Setenil de las Bodegas es uno de los míticos Pueblos Blancos de Andalucía con antigua tradición en el cultivo de la vid . El lugar es bello y curioso. Está cobijado por rocas que forman una pared natural siguiendo el cauce del río Trejo. El pueblo es uno de los imprescindibles y no te dejará indiferente. Es insólito, pero hay viviendas instaladas en ese muro rocoso.
Esa tarde recorriendo Setenil de las Bodegas fue un verdadero placer. Llegamos y la panorámica desde lo alto era excepcional. El cauce del río que atravesaba el pueblo estaba seco en algunos tramos. Con el sol bien arriba, un verdadero enjambre de visitantes buscábamos una terraza para almorzar. Con la vista en alto, sorprendidos por su paisaje peculiar, caminábamos sus hermosas calles, muchas de las cuales bajan desde el castillo. Las típicas casitas blancas se distribuían prolijas, brillantes y escalonadas.
Algunos puentes atravesaban el río y nos permitían movernos para apreciar ese paisaje único. Cada orilla subía entre matas y flores. Tantas como las que asomaban desde los pequeños balcones enrejados. El macizo rocoso omnipresente, que se elevaba sobre la calle Cuevas del Sol, la principal y más famosa, no parecía amenazarnos. Menos todavía cuando las hiedras descendían, enredadas. Luego, en la calle Cuevas de la Sombra, nos adentramos en un tramo breve, suerte de túnel fresco y absolutamente increíble. Estábamos ahora sí al abrigo de las rocas.
Es muy curiosa la manera en la que se construyeron las viviendas de Setenil de las Bodegas, algunas en ángulos imposibles, cavadas y talladas en esas antiguas piedras sobre el cañón del Trejo. Famoso también por ser el pueblo favorito de muchos españoles a la hora de hacer turismo rural, Setenil se llena a la hora del almuerzo. Nos apuramos a conseguir una mesa en uno de los bonitos bares de tapas para poner luego proa hacia Ronda.
Disfrutamos relajados el almuerzo. Por eso, no dispusimos de tiempo suficiente para seguir con el recorrido planeado en Setenil. Dejamos para una próxima visita la dolorosa cuesta hasta la Plaza de Andalucía, que teníamos apuntada junto a la Calle Calcetas con algunas casas cuevas más. Pero no pasamos por alto los miradores, con las postales más bonitas de este pueblo absolutamente encantador dentro de la ruta de los Pueblos Blancos de Andalucía.
Cómo llegar?