Playas encantadoras, alejadas de la gente, del centro. Un lugar «cool«. Bueno, eso es precisamente La Barra de Maldonado, un pueblo ubicado a sólo 10 kilómetros al este de Punta del Este, en Uruguay, casi formando parte de lo cotidiano de «Punta«, un destino que también alberga hermosas piezas de arte callejero. Están tan al alcance de tu mano, que apenas adviertes que se trata de arte. Es el paisaje liso y llano que te rodea.
Se lee en los carteles «Prohibido estacionar motos» Es claro: si estacionas tu moto, vas a ocultar la belleza de las pinturas murales. Vas a perderte de disfrutar otra obra singular. Porque están en todos lados, y hay para todos los gustos.
Lugar moderno, colorido, separado del distrito de Rincón del Indio por un puente ondulante, La Barra de Maldonado era un pequeño poblado de pescadores hace mucho tiempo. Hoy se ha transformado en un centro turístico casi independiente de Punta del Este con sus propios hábitos y habitués. La movida nocturna, a menudo, se traslada para allá.
En «La Barra», así, a secas, se destaca ese color fresco de la arquitectura y el hecho de ser un lugar relajado que deja mucho espacio para el arte en sus galerías y en sus muros. Además, aparecen de la noche a la mañana nuevos frescos sobre los muros, esos que, aunque efímeros, ponen de relieve la escritura, los colores, y los personajes de historias urbanas.
Hasta hay locales y boutiques que han elegido el street art como decoración y carta de presentación. El mensaje puede ser transmitido por medio de flores en lugar de letras. Y resulta por demás atractivo.
Me encanta el arte urbano. Es moderno, fresco, emocionante al mismo tiempo. Cuando estoy en La Barra de Maldonado, me siento realmente cómoda rodeada de estas obras.