Luxemburgo, el balcón más bonito de Europa
Llegué a Luxemburgo en un día de fiesta. La llovizna implacable no lograba borrar la alegría de ese día. Confieso que, en un primer momento, sentí un poco de frustración…
Llegué a Luxemburgo en un día de fiesta. La llovizna implacable no lograba borrar la alegría de ese día. Confieso que, en un primer momento, sentí un poco de frustración…