Praga, una de mis ciudades preferidas, tiene detalles impactantes. Como una puerta de oro que es una joya. Es la Zlatá Brána, puerta dorada monumental, que se parece a la del Baptistero en Florencia. Imposible verla y permanecer indiferente. Uno no imagina encontrarla así como así, durante una visita guiada. La Puerta de Oro está situada en uno de los laterales de la Catedral de San Vitus. Es una de las huellas más bonitas de su lejano pasado real, de su historia alojada en reinos e imperios. Caminaba por allí junto con un grupo, formando parte de los tradicionales walking tours que se ofrecen en las grandes capitales. Y el guía nos la señaló como un lugar especial.
En efecto, durante siglos, la fachada lateral sur fue la entrada principal de la catedral. Lo mejor y más destacado de ella es la Puerta Dorada. Debe su nombre al fondo rojo y dorado de los mosaicos venecianos. Es una obra de arte, absolutamente exquisita.
Hay muchos detalles para destacar. La puerta tiene un fresco imponente con una escena del Juicio Final, y la de un rey y su reina. Pero al fin y al cabo, poco importa la descripción. Hay que verla. Fue y será monumental.
Zlatá Brána / Puerta de Oro
Catedral de San Vitus
Praga
Je suis impressionnée par la dentelle de pierre… C'est incroyablement beau.
Une petite pensée pour vous en ce passage très prochain de l'année 2012 à 2013.
Gros bisous.
Elisa, te deseo un Feliz Año Nuevo 2013 muy fotográfico y muy viajero. Un abrazo grande.
Val